lunes, 13 de mayo de 2013

Estrenando Vomitos: La niña de la curva

Por ser mi primer post no quiero mancharlo todo de tropezones...

Hoy es un gran día, empiezo a vomitar. Os voy a contar un cuento.

Un día cualquiera iba circulando por la vida sin mayores preocupaciones. Es una noche lluviosa, oscura y ventosa. Uno avanza conduciendo el coche de su propia vida con todo controlado (o pensando que lo tiene todo controlado) y de repente algo te sobresalta en un giro. El coche te pega un latigazo, patina, haces un trompo... pero lo dominas. Después de unos segundos de taquicardia, te preguntas:

" Me cago mi estampa, ¿hostias que coño era eso?". Sales del coche, no ves nada. Pero de repente te giras y ahí está. Se te ha cruzado la niña de la curva. Que guapa ella con su pelo mojado y su chubasquero amarillo... casi me hace volcar la muy hija de puta. Aun así la subo en mi coche, en mi vida, en mi camino...

La miras y acojona... sabes que es peligrosa de narices, que no te puedes fiar de ella y que como te despistes te robara el alma y te hará estrellarte. Pero esa mirada tan dulce, ese aura, ese no se que... hace que digas: "Va, no es tan fiera como la pintan"

Y entras en una espiral de auto convencimiento: "Venga va, seguro que no es tan mala", " seguro que es una leyenda urbana", "yo soy especial, seguro que la hago cambiar". Estas de subidón...

Lamentablemente te autoengañas  y la llevas de "copilota". Si si a la niña de la curva, a tu lado... ¡tócate los cojones Manolo!.

Todos te dicen que cuidado que te vas a dar una hostia, pero tu ni caso, circulas intentado que la niña  se quite esas ojeras y tome un poco el sol, que deje el chubasquero y se ponga un vestido, que se aparte ese pelo de la cara, que cambie ese semblante hierático y sonría... "que deje de jugar con el móvil por favooor", que parece que le está contando a sus amigos lo que va a hacer conmigo. Algo así como "Otro tonto al que he engañado, ya veréis en cuanto se despiste la que le lio".

Los primeros kilómetros son intensos, disfrutas, te embarga su especialidad. Pero a medida que tu coche avanza por la carretera de la vida ella se pone nerviosa, "¿se estará meando? te preguntas. Tu la intentas controlar, ayudar, centrar... y parece que lo consigues por momentos.

Pero no. Ella patalea al mismo tiempo que te susurra al oído... "esta niña es bipolar ¡joder!" me digo.  Aún así tu vas sumido en tu sueño de Morfeo. De repente en uno de los espasmos de la niña despiertas de tu ensoñación de golpe, pero ya es tarde.

Se te lanza encima... "noooooo, ¿pq me haces esto? tu noooo". Te clava un boli en el corazón, tu coche va dando tumbos... "¡¡¡¡Diosssss que doloooorrrr!!!!!". La quieres matar pq sino te mata ella a ti, pero no puedes te tiene hechizado. La situación se vuelve insostenible y, tras una maniobra imposible, detienes el coche y la empujas fuera.

Huyo sin mirar atrás... bueno, si miro pero el dolor del boli te recuerda que hacerlo solo te supondrá dolor.

Al final te das cuenta. La gente no cambia y es como es. Por mucho que tu la quieras cambiar y enseñarle el camino correcto... a la niña de la curva, le gusta su chubasquero.

Sigues adelante y quien sabe quien será la siguiente autoestopista...

3 comentarios:

  1. Es curioso... mucho, en el momento en el que tú das patadas a la vida tirando de ironía y de niñas con chubasquero de Godofredo, yo en mi blog canto las bonanzas de dar la mano a otro para caminar.
    Pero así se escribe la historia. En la ley de la compensación universal uno tiene que estar jodido para que otro esté contento.
    Espero que tengas suerte y que pronto se joda otro.

    ResponderEliminar
  2. La vida es equilibrio Fer y, como tu dices, opera el principio de la compensación tanto en un sentido como en otro.

    ResponderEliminar
  3. "Enseñarle el camino correcto" menos mal que en tu próximo post hablas que de no existen caminos correctos e incorrectos... Las niñas de la curva también nos asusta os cuando cambiamos chubasqueros por vestidos, cuando nos peinamos y sonreímos, simplemente porque cada cual en terrenos desconocidos no sabemos como reaccionar.
    Tu mismo como buscador de retos, y en crecimiento constante... Que imaginas con alguna no-niña fe la curva? Creo que te aburrirías demasiado. Lo extraño nos fascina y nos hechiza.

    Yo

    Otra niña de la curva.

    ResponderEliminar